ENFERMEDADES

Cistitis intersticial, un dolor misterioso que desafía a la medicina

No se conoce a ciencia cierta su causa ni se encontró aún una cura de esta inflamación de la vejiga urinaria que provoca dolor casi constante. Cuáles son los tratamientos más eficaces para aliviar síntomas.

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Es una enfermedad que forma parte de un espectro de enfermedades conocidas como "síndrome de vejiga dolorosa”: la cistitis intersticial se manifiesta con dolor pelviano crónico, urgencia para orinar y aumento de la frecuencia urinaria en ausencia de cualquier patología conocida y estos síntomas pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso. La prevalencia es de 197/100.000 mujeres y de 41/100.000 hombres, por lo que se la ubica entre las enfermedades poco comunes.

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Cómo se presenta

La causa de la cistitis intersticial es desconocida. Existen diversas teorías: la hipótesis más cercana sobre su causa es que se produce una lesión en la mucosa vesical, el tejido que impermeabiliza el interior de la vejiga. Al estar lesionada, favorece el pasaje de sustancias contenidas en la orina como el Potasio (K+) al interior de la pared vesical, lo que produce una Inflamación de la misma. En este proceso, con liberación de histamina y otros componentes irritativos por parte de los mastocitos, se estimulan terminaciones nerviosas de la vejiga y aparece el dolor con inflamación, dañando aún más la mucosa de recubrimiento vesical, perpetuando el proceso de la enfermedad.

El síntoma inicial puede ser un aumento notorio en la cantidad de veces que debemos ir a orinar y esto se da con dolor y urgencia. El dolor, por su parte, está presente en el 85% de los casos y en ocasiones es el único síntoma. Se ubica en la parte inferior del abdomen, genitales y uretra, aliviándose con el vaciado de la vejiga, pero rápidamente recurre. Se puede asociar a dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y molestias en la eyaculación en el hombre.

La gravedad de los síntomas es diferente en cada persona y algunas pueden experimentar períodos sin síntomas. Pero en casi todos los casos, el dolor y la micción frecuente pueden interferir con las actividades sociales, el trabajo y otras actividades de la vida cotidiana y en la intimidad sexual, el dolor crónico y el sueño interrumpido pueden causar estrés emocional y provocar depresión. 

La cistitis intersticial puede derivar en muchas complicaciones, como la disminución en la capacidad de la vejiga, provocando endurecimiento de la pared de la vejiga, lo que significa que la vejiga retiene menos orina.

Asesoramiento del Dr. Ariel Gustavo Fornero, Especialista en Urología, MP 2038,  Profesor Adjunto de Clínica Urológica, Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero. 

Cómo se diagnostica

Como el cuadro de síntomas es común a otras enfermedades del aparato genitourinario y digestivo, por lo general el diagnóstico de la cistitis intersticial se hace por exclusión, o sea que se van descartando causas como infecciones, tumores, litiasis, entre otras.

No existe prueba, análisis o estudio que sea característico de la Cistitis Intersticial, pero se puede realizar un estudio llamado uretrosocopía con biopsia vesical, porque en esta enfermedad aparecen lesiones llamadas úlceras de Hunner o glomerulaciones (que son pequeñas hemorragias en la mucosa de la vejiga).

El tratamiento

Si sientes estos síntomas o tienes un familiar con este diagnóstico es muy importante la contención psicológica y emocional y el acompañamiento familiar es un pilar fundamental dentro del tratamiento, conjuntamente con la consulta al especialista de confianza. Por tratarse de una enfermedad desconocida, no existe un tratamiento específico, sino más bien se da tratamiento según los síntomas que más aquejan al paciente.

El tratamiento puede incluir fitoterapia, rehabilitación del suelo pélvico, micciones programadas y medicación oral con:

  • Antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno o naproxeno, para aliviar el dolor.
  • Antidepresivos tríciclicos, para ayudar a relajar la vejiga y bloquear el dolor.
  • Hidroxina: es un antidepresivo con potente efecto antihistamínico, neutraliza los efectos inflamatorios que produce la liberación de histamina de los mastocitos.
  • Antihistamínicos, que pueden disminuir la frecuencia y la necesidad de orinar, y aliviar otros síntomas.
  • Pentosan polisulfato:  por vía oral, regenera el epitelio de revestimiento vesical dañado, administrar de 3 a 6 meses

 

En caso de que no responda a tratamientos orales, se puede recurrir a tratamientos endovesicales, es decir intervenciones que actúan directamente sobre el tejido de la mucosa de la vejiga. Las opciones son variadas y se acuerdo con el caso pueden utilizarse unas u otras. Van desde hidrodistensión de la vejiga, la instilación de medicamentos, la resección y fulguración de las úlceras de Hunner, inyecciones de toxina botulínica en la pared de la vejiga, estimulación de los nervios sacros para controlar la urgencia miccional y también cirugías a cielo abierto. Cada una de estas opciones significa una posibilidad de mejora y alivio.