En los últimos días el mundo del deporte quedó devastado por la denuncia a Federico Molinari por grooming. Participó en el Bailando 2012, en Combate en 2015/16 y, años más tarde, el gimnasta olímpico consiguió la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2019. Pese a este gran pasado, Pampa Mónaco dio la primicia durante esta semana.
"Denunciaron penalmente a Federico Molinari por grooming. El exatleta olimpico fue acusado por la madre de una gimnasta de 17 años. Ya tuvo que renunciar a la Federación Bonaerense de Gimnasia", comunicó el periodista mediante su Twitter.
Incluso habló la madre de la presunta acosada y confesó: "Mi hija integraba el grupo que coordinaba su esposa (Paula Cancio, la mujer de Federico Molinari). Comenzó a ir a la escuela en junio de 2020, cuando tenía 15 años. El contacto (sobre este tipo de mensajes) siempre fue a través de Instagram".
Pese a todo esto, Molinari desmintió cualquier tipo de acusación en su contra o en contra de su esposa. Esto lo hizo a través de un extenso comunicado, donde aseguró ser "incapaz de cometer cualquier tipo de abuso o exceso con un alumno" y lamentó que "la realidad haya sido tergiversada".
Pese a su carta abierta, la cual escribió con Cancio para declarar la inocencia de ambos, trascendieron los supuestos chats que tuvo con la joven menor de edad. En una de las dos capturas de pantalla que se filtraron, el gimnasta le dijo: "Tenés cara de mala. ¿Puedo serte sincero? Pero prometeme que muere acá", junto a un emoji pidiendo silencio.
Ante esa pregunta, la menor respondió afirmativamente y, antes de hacerle su confesión, Federico le hizo un pedido específico: "Pero pasalo a modo efímero porque estoy al horno". Justamente una vez que activás el modo efímero de Instagram, los mensajes se borran automáticamente una vez que salís del chat.
"Estás muy linda, te hizo bien conectar con la familia. Un fuego", habría escrito Molinari en otro de los chats, haciendo referencia a un viaje familiar que hizo la joven en vacaciones. Tras el agradecimiento áspero de la menor, en otro mensaje le habría comentado: "De nada, usted se lo merece señorita. Autoestima muy arriba".
En el último de los supuestos mensajes que le envió el gimnasta a su ex alumna, Federico expresó: "Cuando te vea en el gimnasio me voy a poner rojo como un tomate, jajaja". Además, se puede observar que la joven que capturó los presuntos chats bloqueó al hombre de 39 años.
Por ahora Federico Molinari no dio declaraciones, más que el comunicado que hizo junto a su esposa Paula Cancio, en donde desmiente haber cometido acoso a una menor de edad. Tras estos supuestos chats, se espera alguna respuesta del gimnasta olímpico.
El descargo de Federico Molinari y su esposa
Escribo estas líneas acompañado de mi mujer Paula Cancio.
En primer lugar, quiero decir que en cuanto tomé conocimiento de la denuncia penal que me involucra (no así a Paula) me presenté a la Justicia con mis abogados y al día de hoy no he sido citado y continúo a disposición.
Se trata de una denuncia efectuada por una madre de una exalumna de 16 años -que era entrenada por Paula-, por un supuesto caso de “grooming” de mi parte. Es importante aclarar que eso no implica ningún tipo de abuso ni contacto físico con la menor, sino que hace referencia a aparentes mensajes míos inapropiados. De todas formas, niego enfáticamente haber remitido mensaje alguno con contenido o sentido sexual. Siempre tuve un cordial vínculo con la alumna y los contactos que he mantenido con ella han estado destinados a acompañarla y levantarle el ánimo en momentos difíciles que ha tenido. Lamentablemente, la realidad ha sido tergiversada.
La Justicia, en la que confío plenamente, está analizando los mensajes y no dudo que se concluirá que no he cometido delito alguno.
Teniendo en cuenta que la causa ha tomado estado público y que la denunciante ha efectuado declaraciones en algunos medios de prensa, me veo en la obligación de decir que el relato de la Sra. está repleto de inexactitudes y confusiones y que difiere en gran parte de una denuncia administrativa que ella había efectuado anteriormente ante la Federación bonaerense de gimnasia -de la cual decidí dar un paso al costado provisoriamente, hasta que esto se resuelva-.
Creo muy relevante decir que, hace más de un año, cuando la madre conoció los mensajes cuestionados, la menor continuó entrenando en nuestra institución por mucho tiempo y ambas siguieron manteniendo una cordial relación conmigo, de lo cual tengo sobradas pruebas –mensajes, etc.-. Por eso tuve una enorme sorpresa cuando apareció esta denuncia penal.
Reitero que mi esposa Paula no ha sido denunciada en la causa, como inexactamente trascendió. No obstante, cierto es que la menor tuvo alguna discrepancia con ella, pero estrictamente relacionada con el entrenamiento en sí. De todas formas, la Sra. y su hija mantuvieron con Paula una correcta relación hasta que decidieron abandonar nuestra escuela.
Me veo también obligado a decir en mi defensa que la denunciante ha tenido inconvenientes en dos instituciones de gimnasia en las que su hija entrenó anteriormente. Asimismo, mientras la menor era entrenada por mi esposa y también por otro profesional se han suscitado problemas que no viene al caso mencionar, pero nosotros siempre priorizamos la salud de la alumna.
Por otra parte, quienes me conocen saben de mi trayectoria, mi pasión por el deporte y la docencia y, especialmente, que soy incapaz de cometer cualquier tipo de abuso o exceso con un alumno. He tenido más de 5.000 alumnos que han pasado por nuestra escuela –siempre con libre acceso a las clases para los padres- y jamás tuve inconveniente alguno como el que motivó esta denuncia.
Quiero agradecer muy especialmente el apoyo que he recibido en estos días de alumnos, padres, colegas, amigos, etc. Sabrán comprender que prefiero no hablar en los medios ni dar notas. Entiendo el interés de la prensa, pero se trata de un tema delicado que involucra a una menor y que ya está en manos de mis abogados y en especial de la Justicia, cuya decisión aguardo.
Mi mujer Paula ha sido testigo presencial de muchas situaciones, conoce la realidad y me acompaña incondicionalmente. Por ella, por mis hijos y por todos ustedes –además de por mi buen nombre y honor-, aguardo una rápida y clara resolución de la Justicia.
FEDERICO MOLINARI – PAULA CANCIO