EL RELATO MÁS CRUDO

Bambi pasó por PH y recordó el llamado y cómo vivió el momento en el que a Chano le pegaron un balazo

El cantante remarcó que tras la cirugía que le realizaron a su hermano, la charla con el médico lo marcó. Sin vueltas, le contó que por tan solo 10 minutos se salvó de la muerte.

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Este mes se cumple un año de uno de los peores episodios que vivió Chano Charpentier. Si bien las situaciones al límite, lamentablemente se reiteraron, la noche que tuvo un brote psicótico y recibió un disparo en el abdomen fue un antes y un después. Estuvo al borde de la muerte, y de esto habló Bambi, su hermano, en su paso por PH, Podemos hablar.

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En primera instancia, contó que está bien, que sigue su periodo de recuperación en esta lucha constante por alejarse de las adicciones. Luego de eso, se refirió a los dos hechos puntuales y más recordados que vivió Chano. Uno de ellos, cuando chocó cerca del estadio de River a una decena de autos estacionados.

“Fue difícil esa noche en la que Chano chocó varios autos. Yo estaba cenando y mi mujer estaba embarazada de 6 meses. Recibí un llamado de la comisaría y no me explicaron nada, me dijeron que vaya allá a Núñez y fui a ciegas, sin conocer la noticia”, comenzó el músico.

Luego contó que cuando llegó al lugar, todavía estaban las personas que habían sido afectadas, y lo fueron a buscar de muy mala manera. Remarcó que en ese instante, sin saber nada, tuvo mucho miedo. “Me vieron a mí, y como vos bien dijiste (Andy Kusnetzoff le remarcó rasgos similares a los de su hermano), hay un parecido con Chano, por lo que me querían cagar a trompadas 50 personas contra una pared, como diciendo 'ahí está', y yo ni sabía a qué iba”, recordó.

“Me hicieron entrar y él estaba en la ambulancia. Estaba destrozado, lo habían lastimado muchísimo porque lo bajaron de su camioneta y le pegaron. Él aún en ese mar de sangre me miró y me dijo '¡Bambi, estás acá!”, cerró ese episodio.

Inmediatamente se enfocó en el otro, en el más escalofriante: “Otra vez fue un llamado. Estaba en mi casa y es algo que jamás te lo podés imaginar.  No me explicaron lo que pasó, solo me dijeron que recibió un balazo. Yo pensaba que tenía un disparo en la pierna, de una bala de goma, porque me habían dicho eso. Fui relativamente tranquilo, pero él se estaba muriendo”.

“Me acerqué a la camilla, él estaba despierto y me dijo 'Bambi, no quiero visitas' con humor. Me dio un abrazo y lo metieron en cirugía. Después el médico que lo operó nos contó que por 10 minutos se salvó la vida y que las heridas de bala hay que atenderlas en la primera hora. Ese podría haber sido nuestro último abrazo”, cerró, claramente angustiado por el recuerdo.