Todo comenzó cuando, en medio de un chispeante intercambio en la pista, Marcelo Tinelli invitó a Marixa Balli a una noche de bailanta. La respuesta fue inesperada y pintoresca: “Estoy cachaqueando, pero no ando haciendo bailantas. Muy ‘xuramesco’ lo mío”.
Intrigado por su actitud, el conductor no dudó en preguntar sobre su vida personal: "¿Vos no estás en pareja?". La respuesta reflejó un sentimiento que muchos comparten: “No, en este momento no. Pero estoy feliz así. Uno es feliz, se autoencuentra… se autoreconoce en soledad”.
Marcelo Tinelli, no tardó en coincidir y compartir su perspectiva sobre la soledad y el autodescubrimiento. Manifestó que “uno es completo al cien por ciento estando solo”.
Aprovechando el momento de confesiones, reveló sentimientos sobre su situación personal tras la reciente separación de Guillermina Valdés: “En esta soledad en la que habito me encuentro bien, tranquilo. Me reencontré conmigo, con Hoppe, con el Chato”, dijo entre risas, mostrando que, a pesar de los tiempos difíciles, siempre se puede encontrar una chispa de humor y autodescubrimiento.
Luego de este encuentro en el Bailando por un sueño, Marixa Balli aseguró que no había disfrutado la participación. “Los enteritos que nos íbamos a poner con Fátima, yo llegué muy sobre la hora, ella había llegado mucho más temprano. Era uno talla S para mí y uno talla M para Fátima. Fátima se puso el S. Vestuario nunca se fijó y aparte hay una diferencia de cuerpos entre Fátima y el mío”, comenzó.
“Entonces yo me tuve que poner el M porque llegué muy sobre la hora porque salía de LAM (América) y no tenía más tiempo para decirle a Fátima ‘sacate el S, que yo me pongo ese, y vos te ponés el M’. Ya eso un loco”, siguió la vedette.
Para cerrar sobre su enojo, Marixa Balli contó"Además, yo me olvidé mis sandalias de Xurama (su marca) que eran espectaculares y el canal me dio unas botitas que me quedaban chicas y que me molestó”.