Esta semana empezaron a aparecer datos sobre un nuevo brote de COVID y se volvió a poner foco en la importancia de que la mayoría de la población esté vacunada. Hoy, salvo excepciones, el virus ataca de una forma mucho más leve y sólo en casos puntuales resulta mortal. Pero en 2020, cuando la pandemia llegó al país, contraer el mal era prácticamente una sentencia de muerte.
Horacio Cabak se contagió a principios del 2021, cuando muchos tenían aplicada 1 o 2 dosis de la vacuna, y la pasó mal. En su caso, se produjo una neumonía bilateral que lo obligó a pasar varios días en terapia intensiva. "Estuve 10 días en terapia, internado boca abajo. Tenía que quedarme así. Estaba consciente y sabía que tenía que hacer todo lo que me decían porque no la contaba", relató en Bien de Mañana.
"Sé que muchos lo pasaron peor pero mi experiencia fue fea... lo único que podía hacer así tirado era leer un libro electrónico. No tenía ánimos, estaba molesto, me molestaba la música. Hubo noches en las que me volvía loco. Una vez me desperté entre todos los cables, me desesperé. Un enfermero se dio cuenta que la estaba pasando mal, vino, me tranquilizó, me bañó... me ayudó mucho".
El conductor reconoce que estuvo muy complicado. "Los médicos hacían su esfuerzo para sacarme adelante entonces entendí que lo único que yo podía hacer para colaborar, era cumplir. Me pasé todo ese tiempo viendo gente enmascarada, cuando me dieron el alta, fue tremendo. Piensen que antes de eso yo me hacía 35 kilómetros diarios en bicicleta y cuando me dieron el alta, apenas me podía parar. Me fui a casa con parte de los aparatos... fue duro".