Morena Rial no tuvo dudas en empezar a hablar de su conflictiva relación con su padre Jorge Rial, y sacar a la luz, desagradables situaciones familiares que vivió con sus padres adoptivos. De hecho, los últimos días confesó que Rial estaría empecinado en sacarle la tenencia de su hijo. Ahora fue Estelita Muñoz, la exesposa de Luis Ventura, la que reveló detalles de la vida de Morena y Rocío.
"Te cuento una historia que a mí me mortifico mucho. Era domingo estábamos comiendo un asado en el quincho de la casa, las niñas estaban jugando, también estaba Luisito que era más grande. Morena agarró una copa -hermosa copa por supuesto- para servirse y tomar agua, y Silvia vino y se la sacó de la mano y le dijo, 'no, me la rompes y me sale 20 dólares'. Y yo dije, 'dios mío', el tema es que si se rompía, se podía comprar tres docenas más", contó Estelita Muñoz en LAM.
"Y la situación era así, las mujeres estábamos por acá y los hombres por allá. En la época que iba Gerardo Sofovich, él no iba a estar adentro imagínate, fumaba. Odiaban el cigarrillo, pero después se fumaban un habano y le servían un cognac y les decía, 'este lo traje de tal lado'. Todo te computaban para que vos vieras de dónde eran las cosas", reveló la ex esposa de Luis Ventura.
"Eso es entendible entonces cuando Morena dice, 'mi papá no me crió para trabajar en un supermercado', sin discriminar ni minimizar a nadie porque todos los laburos son buenos, pero claro con una crianza así, la criatura tiene otra cosa en la cabeza", aclaró Marixa Balli.
"La nena está acostumbrada a vivir como la crió él. Como la crío él no, porque la criaron las mucamas, las niñeras, las cocineras que tenían", agregó Estelita Ventura.
"¿Cuándo vos decís que no había cariño y era todo signo pesos, no había abrazos o demostraciones por parte de Jorge Rial y Silvia D'Auro?", quiso saber Andrea Taboada.
"Yo como madre si estoy en una reunión en mi casa y mis hijos se quieren ir a dormir y son chiquitos, yo voy hasta la habitación, les doy un beso y los arropo. Allá no, allá lo cargaba la mucama o la niñera, y subía las escaleras y la nena desaparecía", agregó Muñoz.