UN DOLOR QUE NO CESA

Adriana Brodsky y el mayor misterio de su vida: "Al día de hoy no sé por qué mi papá se fue de mi casa"

La actriz, que se crió con su mamá y su hermano, recién conoció a su papá a los 12 años y lo vio tres veces nada más en toda su vida. Duro relato.

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Durante casi toda su carrera actoral, Adriana Brodsky (65) se dedicó a la comedia y a robarle una sonrisa al público, como partenaire de los capocómicos más grandes de la Argentina: Alberto Olmedo y Jorge Porcel. La actriz reconoce que el cariño con el público sigue intacto y que se siente muy querida. Pero detrás de su cara angelical y su constante buena onda, se esconde una durísima historia de vida: se crió sola, junto a su mamá y su hermano Javier, sin la presencia de su padre. Recién a los 12 años Adriana lo vio por primera vez en su vida y el encuentro, que duró pocos minutos, se repitió solo dos veces más.

Invitada a Cortá por Lozano, Adriana se abrió a una charla súper íntima con Vero Lozano y tocó uno de los temas más dolorosos y enigmáticos de su vida. "Tuve una infancia bastante triste, de abandono y desprotección. Después de mucho tiempo, uno va entendiendo muchas cosas. A mi papá lo conocí recién a los 12 años y después lo vi tres veces en mi vida. Hoy lo puedo contar desde otro lugar, no con frialdad pero ya más procesado. En aquella época era un quilombo".

Fue entonces que Vero le hizo la pregunta del millón: "¿Tu papá abandonó la casa?". Emocionada, la actriz respondió: "Eso nunca se supo porque fue como un misterio en mi familia: no me lo contó mi mamá, ni la amiga de mi mamá, ni la familia, ¡nadie! No sabemos esa historia pero sí sabemos que mi mamá hizo lo que pudo. La extraño muchísimo a pesar de todo porque fue quien me dio la vida y uno no puede andar prejuzgando, cosa que en una época hice".

En el diván del magazine de las tardes de Telefe, Brodsky agregó: "Uno con el tiempo va sanando, comprendiendo y entendiendo que cada uno es diferente y que hizo lo que pudo: imaginate que mi mamá estaba sola con dos chicos y laburando todo el día. Yo también empecé a trabajar de muy chica, a los 14 años, haciendo cualquier cosa. Era la che pibe y hacía cualquier cosa con tal de tener un trabajo y colaborar en mi casa".

¿Cómo fue el encuentro con su papá, después de toda una vida sin verlo ni tener contacto con él? "Para mí se dio naturalmente pero se originó un quilombo increíble. Era todo un misterio y hasta hoy, con la edad que tengo, nunca supe qué pasó. Habrá sido un tema de libro más o menos en aquella época. Lo vimos con mi hermano a los 12 años míos y era un extraño. Para ser papá hay que estar, hay que paternizar y él no estaba ni estuvo. El papá está en los llamados, en los abrazos, en la preocupación y los festejos, son un montón de cosas juntas y era lo que tenía, porque en definitiva era mi papá", relató con crudeza la artista, quien hoy es mamá de Agustina (30) y Javier (29).

¿Cómo terminó la historia con su padre? "Lo conocí a los 12, luego se diluyó la cosa y volvió a aparecer dos veces más. No hubo una construcción del vínculo y creo que él no podía, no le salía naturalmente. La vida es un delirio y esa fue mi historia", cerró.